Junto a la frontera con España, contornada por el Río Sever y en pleno corazón del Parque Natural de la Sierra de Mamede, se alza Marvão. Y digo bien, porque es su alzado lo que más destaca en esta villa alentejana situada a más de 843 m de altitud sobre una escarpada roca. Con razón se la conoce como el “nido de águila”, inexpugnable municipio que gobierna sobre la planicie de la Raya.
Marvão tiene una carta de presentación única marcada por su propia topografía y por el conjunto arqueológico que encierran sus murallas. El hecho de que toda la villa esté cercada por una escalonada muralla sorprende al visitante, que se frota las manos sabiendo lo que le espera en el interior cual chavalín con su huevo Kinder.
Este pueblecito esconde mucho más de lo que vemos a primera vista. Sus muros y su castillo hablan por sí solos de una villa que sufrió numerosas reconquistas, como la mayor parte de los municipios de la Raya. Pero más allá de su pasado, Marvão conserva un entrañable encanto medieval que resulta difícil de encontrar en la actualidad.
Sin la aparente necesidad de abandonar sus muros, respiramos el Alentejo en su estado más puro, conservándose intacto a pesar del paso de los años. Diminutos jardines en cualquier recoveco, tejados poblados de chimeneas, buzones de ataño, puertas con personalidad propia, y ropa tendida en sus ruas.
Tanto las puertas como la lavandería en la calle son las únicas notas de color en esta villa histórica, manteniendo las costumbres de otros muchos pueblos alentejanos. Siempre me invade la misma pregunta cuando los visito: ¿dónde comprarán las puertas de sus casas esta gente? Es fascinante ver como no existen dos iguales. Con o sin ventana, con o sin cortinilla, con o sin barrotes, con o sin remates blancos en sus esquinas, y la lista se alarga a medida que aprecias los detalles distintivos de cada una de ellas. ¿Se pondrán de acuerdo para no repetir fachada? Una especie de pacto tácito que ningún vecino puede saltarse a la torera. Me gustaría indagar en el asunto; eso sí, estoy seguro que con cada puerta nueva –o rehabilitada- celebran un acto inaugural al que asisten todos los conciudadanos, libreta en mano para copiar ideas. ¡La originalidad en las puertas está muy codiciada por estos lares!
Cae la tarde sobre la Sierra de Mamede y un precioso atardecer tiñe las montañas que rodean el ‘nido de águila’. Ponemos pie en el Castillo y un nombre nos recibe en la puerta: Ibn Marwan. El fundador de Badajoz también reedificó estas fortificaciones y, ni corto ni perezoso, designó su nombre a esta villa de altos vuelos.
Si tenemos tiempo la visita a Castelo de Vide –a 12km de Marvão- es también muy recomendable. Otro apacible pueblo alentejano donde destaca su imponente catedral y la tranquilidad que inundan sus calles –no muy inusual en Portugal- sobre todo en una plácida tarde de domingo. Los viejecitos charlan como chavales en la plaza del pueblo hasta que llega el maestro a dar la lección; típica estampa de colegio que paradójicamente se repite a pesar del transcurso de los años.
Si por suerte o por casualidad os encontráis con Vilhela, el personaje singular que todo pueblo debe tener, pasaréis un rato agradable charlando con él. Este profesor de portugués y francés en la escuela de C. de Vide vive una segunda juventud, ya retirado de su profesión, mientras dedica su tiempo a la música y a charlar con foráneos. Compartió con nosotros singularidades del pueblo, como la calle en donde los seguidores del Benfica y del Sporting animan a sus equipos en días de partido desde aceras opuestas –ocurre lo mismo en la 2ª circular de Lisboa-. Juntos pero no revuelos.
Con una lección de sabiduría por parte del profesor Vilhela, nos despedimos de este rinconcito del Alentejo y partimos rumbo a España; no sin antes hacer un alto en el camino para disfurtar de las carreteras que nos marcan el rumbo a casa.
Podéis ver todas las fotos de esta entrada en la sección Fotografía>Portugal o en el álbum de Flickr.[separator top=»40″ bottom=»40″ style=»shadow»]
Información práctica sobre Marvão
[accordian] [toggle title=»QUÉ VER EN MARVAO» open=»no»]Prácticamente todo en este pequeñito pueblo que no tiene desperdicio ninguno[/toggle] [toggle title=»DÓNDE COMER EN MARVÃO» open=»no»]Varanda do Alentejo – perfil en Tripadvisor[/toggle] [toggle title=»DÓNDE DORMIR EN MARVÃO» open=»no»]Casa da Silveirinha – perfil en Booking[/toggle] [/accordian]
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