Hoi An es una ciudad de ‘postal de viaje’. Seguramente ya hayas visto alguna estampa de sus famosas calles repletas de farolillos y coloridas casas coloniales. Por si esto no fuera suficiente, esta pequeña ciudad nombrada Patrimonio Mundial de la Unesco (únicamente su centro histórico) está situada a escasos kilómetros de la costa. Durante tu visita, verás a muchos turistas (y locales) pedaleando hacia las afueras de Hoi An en busca de la brisa marina.
Historia: El mayor puerto comercial de Vietnam
Conocido como el puerto de comercio más importante de todo Vietnam allá por el siglo XVI, Hoi An ofreció cobijo a muchos de estos mercaderes que provenían de China, Japón, Holanda y la India; forjando así una diversa riqueza cultural que actualmente supone el principal reclamo para sus visitantes. Durante la dominación China en Vietnam, Hoi An era conocida como ‘Hai Pho’ (pueblo al lado del mar en Vietnamita). Durante el periodo colonial francés, éstos la apodaron ‘Faifo’.
Originalmente Hai Pho estaba dividida en dos mitades.¿Imagináis por qué? Pues sí, el icónico puente japonés separaba la comunidad Japonesa del resto (principalmente las diferentes comunidades chinas provenientes de diferentes provincias de la tierra de Mao). Este puente (Chau Cau en Vietnamita) tiene una pagoda en su parte central que lo convierte en único en el mundo mundial!
Como veníamos diciendo, Hoi An debe su legado a las numerosas culturas que la convirtieron en la ciudad que es hoy. Uno de los grandes atractivos de su centro histórico son las casas de las comunidades chinas que vivían aquí (allá por el siglo XVI y XVII). Procedentes de distintas provincias como Fu Kien, Cantón, Hainan, Chaozhou o Hakka, convirtieron algunas pagodas en sus centros de reunión, donde celebraban su arraigo cultural al mismo tiempo que rezaban por sus antepasados. La gran mayoría de estas comunas/casas/pagodas se pueden visitar y forman parte del recorrido que ofrece el ticket turístico (más sobre ello al final del artículo). La que más nos gustó es Phuoc Kien Assembly Hall (46 Trần Phú, Minh An).
Prepara tu calzado porque Hoi An hay que caminarla!
Para descubrir su encanto, tendrás que patear sus pintorescas calles repletas de tiendas de souvenirs (farolillos everywhere!), sastrerías, puestos de comida callejera y cafés donde relajarse tras la caminata.
Es cierto que las calles de Hoi An pueden llegar a estresar debido a la cantidad de turistas que visitan esta perla del Sudeste Asiático. ¿Buenas noticias? No suele llover demasiado durante la temporada baja (de mayo a septiembre) como sí ocurre en otras ciudades del país. Especialmente desde mayo hasta junio, el flujo de turistas es menor y el tiempo es perfecto; además, los precios de los hoteles son los más bajos de todo el año!
Camina por su centro histórico mientras completas las cinco atracciones que te ofrece el ticket/pase turístico, cruza el puente japonés para visitar la parte más artística de la ciudad y camina de vuelta por la ribera del río al atardecer para disfrutar como montan el mercado nocturno de comida.
Si te apasiona la moda, te irás con exceso de equipaje de Hoi An
Durante los últimos 20 años, Hoi An ha desarrollado una exitosa industria de sastrería que atrae a turistas y vietnamitas a partes iguales. En pocos años, el número de tiendas ha aumentado hasta la friolera de 400 establecimientos especializados en el arte de ‘confeccionamos cualquier prenda a medida en tiempo récord’. No importa el hotel donde te alojes, siempre te recomendarán el mejor sastre de la ciudad. La triste verdad es que muchas de estas sastrerías simplemente sirven de punto de venta y entrega una vez la pieza ha sido terminada, derivando los encargos a las grandes fábricas ubicadas en Hoi An.
Si buscas calidad a un precio competitivo, algunas de nuestras recomendaciones son Yaly, Kimmy o A Dong Tailors. Estas sastrerías tienen sus propios costureros/as que trabajan en el taller ubicado dentro de la misma tienda. Aunque se ofrecen a terminar tu pieza en 24 horas, siempre es preferible que les des dos días de margen si tu estancia lo permite (también te recomendamos que como mínimo te quedes 48horas en esta encantadora ciudad!).
Comprar las telas para poder hacerte tu modelo de vuelta en España es una opción muy viable. Los precios son imbatibles y las variedad de materiales interminable. Sastrerías aparte, tampoco puedes dejar Hoi An sin llevarte uno de los famosos farolillos de seda en tu maleta. Gran parte del encanto que guarda esta ciudad cuando cae el sol se debe a estas lamparillas que te hipnotizarán.
Una escapada a la playa
Cua Dai es la playa más conocida en las proximidades de Hoi An. Este hecho la convierte en un lugar ruidoso (demasiada gente) y un poco sucio. Vamos que no es la playa idónea para desconectar durante tus vacaciones…
Sin embargo, solo a 4km de la ciudad, nos toparemos con una playa de fina arena blanca rodeada de casuarinas llamada An Bang. Para llegar, te recomendamos que alquiles una moto (el tráfico en Hoi An es tranquilo comparado con las grandes ciudades, aunque siempre hay que andarse con ojo) o una de las bicicletas que ofrecen en los alojamientos. Por supuesto, siempre puedes pillar un taxi que te lleve directo por menos de 100,000 VND (casi 4€). ¿Dónde comer? La Plage Beach no te decepcionará: comida rica, hamacas y tumbonas gratis (siempre que consumas).
¿Dónde alojarme?
Nuestro alojamiento, Hai Yen Hotel, cumplió nuestras expectativas: habitaciones espaciosas, ubicación céntrica, un excepcional servicio y, sobre todo, una pequeña piscina que agradecerás tras las calurosas caminatas por las calles de Hoi An. ¿Precio? 20€ por noche (habitación doble), perfecto para presupuestos ajustados.
Unos amigos que también visitaron Hoi An unos días después se alojaron en un hotel boutique llamado Belle Maison Hadana y estuvieron como reyes. El precio por noche es de 50€, muy asequible si lo comparas con lo que pagarías por un hotel así en cualquier ciudad costera de Europa.
¿Dónde comer?
Además de souvenirs y prendas hechas a medida, Hoi An ofrece una extensa variedad de platos callejeros (street food) que raramente encontrarás en otras partes de Vietnam. Cao lau (fideos de arroz con cerdo y verdura) quizá sea el plato más característico de esta ciudad, junto con las tartas de mango ‘banh xoai’ (que no están precisamente hechas de mango) y las tartaletas ‘banh beo‘.
Una vez hayas probado la comida callejera, te recomendamos que busques un buen restaurante con vistas al río donde puedas observar el trasiego de barcas y, si es por la noche, farolillos que deambulan sin rumbo por sus aguas. The Cargo Club tiene un balcón excelente para disfrutar del espectáculo de luces y color al caer el sol. Tienen una amplia selección de platos vietnamitas y una cocina fusión italiana que merece la pena probar (si necesitas un ‘break’ de la comida local).
Ticket turístico
Hace un par de años, el ayuntamiento local comenzó a vender ‘tickets turísticos‘ para visitar las principales atracciones y lugares de interés del centro histórico de Hoi An. Aunque por internet corrió el rumor que todos los visitantes tendrían que pagar esta entrada, lo cierto es que es totalmente opcional.
Se puede adquirir en las numerosas oficinas de turismo repartidas por el centro por 120,000 VND (5€) y permite entrar en 5 lugares de un total de 21 marcados en el itinerario. Merece la pena adquirirlo ya que no podrás visitar algunas atracciones sin él, aunque en algunas los revisores hacen la vista gorda…
Mapa de recomendaciones
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