Una vez más os traemos una colaboración de nuestros Compañeros de Viaje, aventureros empedernidos que no paran de recorrer mundo y, además, vuelven con ganas de contarlo. Claudia ha visitado Florencia, la capital de la Toscana, y nos cuenta los entresijos de la ciudad: qué debemos ver, comer, y cómo movernos por los alrededores.
De una ciudad etrusca conocida por el nombre de Faesulae pasó a ser un municipio romano, que en el Medievo se convirtió en un territorio dependiente del obispado y del marqués de Toscana, para más tarde llegar a parar a las manos de la familia Medici -desde la Edad Moderna hasta mediados del siglo XVIII-.
¿Qué ver en Florencia? Si eres un amante de la pintura entonces no puedes perderte la Galleria degli Uffizi, que guarda entre sus paredes grandes obras de la pintura de Tiziano, Caravaggio o Leonardo, entre otros maestros de este arte, y la Galleria dell’Accademia, que expone el mayor número de esculturas de Michelangelo del mundo.
Pero además del arte en los museos, Florencia es también un museo al aire libre. Si te apasiona la historia medieval encontrarás, de la mano del célebre Dante, el mejor libro de historia de este período jamás escrito. Un recorrido por la parte de la ciudad que mejor se ha conservado.
Otro recorrido que no os podéis perder es la de la Florencia renacentista. La Piazza della Signoria, el corazón económico de la antigua urbe de los Medici, el Duomo y su magnífica cúpula, el Battisterio, levantado en honor a San Juan Bautista y el conocido Ponte Vecchio, con sus características tiendas de joyas y bisutería.
No puedes dejar Florencia sin antes haber degustado exquisiteces como el pinzimonio, una vinagreta a base de verduras, los crostini di fegato, la pasta con alubias, la bistecca fiorentina, de la que dicen que es una de las mejores carnes del mundo, y los cenci o bueñuelos dulces.
Si tienes pensado quedarte varios días, hay algunas excursiones desde la capital de la Toscana que merecen mucho la pena. Una de ellas puede ser la visita a Prato, uno de los centros del Renacimiento italiano más importantes y al que es muy fácil llegar con un corto viaje en tren de una media hora. Otra es Lucca, una tranquila y pequeña ciudad toscana que aún conserva en sus murallas y en su interior toda la belleza de la Edad Media.
Como una visita a Florencia y alrededores no se puede hacer en un solo día, es conveniente reservar el alojamiento con antelación. En páginas como la de Airbnb puedes situarte en el mapa y encontrar todas las opciones disponibles, siendo lo mejor de esta ciudad la cercanía al centro de la mayoría de sus alojamientos y, en consecuencia, su facilidad para moverse libremente sin depender de ningún medio de transporte.
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